07 noviembre 2009

El aullar de tus ojos



Llueve.


Cuenta la canción, que al lugar donde has sido feliz nunca debes tratar de volver.
Cuenta el refrán, que el cementerio está lleno de héroes.
Cuenta el cuento, que aquel que no prevé sufre las consecuencias.
Cuenta la leyenda, que yo alguna vez te quise de mentira.
Cuenta la historia, que este fragmento nunca acabó de escribirse por cuestiones de higiene.

"Caen sobre mis hombros y resbalan sobretodo abajo. Llueve. No, diluvia. Y no me mojo...
Ya no me sorprendo por nada, somos esa generación que hemos perdido por completo la capacidad de asombro. ¿Triste o ilimitar nuestras posibilidades?.

Quiero creer que se trata de la segunda opción, y es tan así que tengo la fe ciega en que tarde o temprano alcanzaré mis metas, mis retos personales. Sin embargo - aquí entra en acción mi pseudónimo "The but man" - estoy renunciando a tantas cosas por ello, que ya no me queda más yo.

Los ríos de ambición arrastraron con su corriente a mis ansias de solemnidad. Necesito una cura de humildad. Dos pasos. Dos pasos son los que va por delante mi cabeza respecto a mi cuerpo, cuerpo torpe, cuerpo malo.

..."

Cuentan las malas lenguas, que no murió sin recubrir tus relatos con esa fina capa de miel con la que se cubren los recuerdos muy pasados.
Cuentan las malas lenguas, que aquella mariposa que cazó para ti provocó huracanes de envidia.
Cuentan las malas lenguas, que murió sólo pero feliz.

Cuentan las malas lenguas, que el aullar de tus ojos mata a personas felices.


Ya no llueve.

30 julio 2009

"Aquel chico..."


- "Aquel chico..." - respondió entre lágrimas que abrían surcos de suciedad en sus mejillas simétricas, ya secas. Habló sin pensárselo ni una vez, como quién actúa por venganza. Pura. Después, sin ni siquiera asomarse al abismo de saber las consecuencias que le acarrearía en el futuro, sentenció con su índice cruzando todo el patio hasta dar con una silueta en la lejanía. Yo. La silueta. En la lejanía.


Con esa instantánea comienza la historia real, o no, de mi nickname. Así me escondo de la cantidad de suicidios sin éxito -y con él- que han generado mis relatos. Así pongo un supuesto dueño a amores no correspondidos que rompen corazones incipientes. No soy yo, es él, es "aquel chico...".

Cuando tenía 10 años me enteré, sin querer queriendo, que no existían los reyes magos. Pero eso, ahora, no viene a cuento. A los 14 años, ya con unas cuantas frustraciones personales al hombro (como la de no saberme superhéroe -ni siquiera héroe a secas- o como la de darme cuenta que las chicas y los caramelos no son comparables) sí que podía afirmar con toda seguridad que sabía tratar a la gente. Quién dice tratar, dice maltratar; un pequeño matiz nomás.

Tuve especial predilección por las chicas. Já, las chicas. Fui como un virus nuevo: te avisan por todos los medios posibles, te explican sus efectos, desarrollan sistemas de defensa rudimentarios, incluso lo ves venir desde muy lejos; pero ni con esas -ni con otras-. Arrasé con todo lo que se me ponía por delante, era como un niño que se divierte jugando con la mente de los demás, pero sin el como. Después de meses de práctica infundada, depuré la técnica y conseguí utilizar mis skills para lograr objetivos específicos.

Ya no me andaba con tonterías, hice creer a una desprotegida que era adoptado y que mis falsos padres me habían enseñado que practicar sexo era sentarse uno al lado del otro y mirarse durante largas horas. Pisó el palito. Se ofreció voluntaria creyendo hacerme ver la "verdad" de la vida y así perdí la virginidad. A su amiga le juré que la primera había abusado de mí -ni sé de qué forma, ni me importa- y que emprendería acciones legales contra ella. Fui un descarrilado ante sus ojos y de tal modo rompió toda relación con la abusadora. Vivió un par de meses conmigo en su afán de sacar su lado más maternal. Luego, entendió.

Una tras otra, crearon un sinfín de mentiras piadosas y de juegos mentales y psicológicos y de conducta y de moral y de tantas otras cosas que no sé pronunciar. Hasta tal punto que ya no sabía si jugaba con ellas o ya jugaba contra mí mismo.

Me olvidé de todo porque me creía el rey del mundo. Suele pasar. Inventaba un mundo paralelo, lo envolvía para regalo, lo dejaba en el buzón de mi próxima víctima y casi por arte de magia, lograba todos mis propósitos -imagínense la calidad de propósitos que se puede tener con 16,17 y 18 años- cuando ella abría el florido paquete.

Qué feliz fui. Qué hijo de puta fui.


Ahora 30 de Julio de 2009 -lo admito, tengo la manía de poner la fecha- tengo 19 años bien cumplidos. Por escribir esto, llego tarde al colegio para recoger a mi hermano. Con las prisas me sobresalto al ver que algo no va bien. Una profesora -que siempre me mira al llegar- está junto a mi hermano pequeño que gimotea. Ella intenta consolarle pero, por lo visto, faltó a aquella clase cuando todavía era universitaria, es igual.

Me acerco y ya conociendo al pequeñajo, le consulto: "¿Quién fue?" -con una cara de enfado postiza-.
Él, sin pensárselo ni una vez, como quién actúa por venganza, me dijo sacando a relucir su minúsculo pero desafiante dedo índice: "Aquel chico...".

Freeze.

No sé si acabó sufriendo él las consecuencias o las acabé sufriendo yo. De hecho, he muerto tanto al ver los ojos de la silueta del supuesto agresor de mi hermano -por verme reflejado en él- que realmente me llego a plantear seriamente si aquella tarde de recreo en el colegio -no la suya sino la mía- fui yo el agresor o el pobre chivato que señala en la lejanía.

Necesito ayuda, necesito que esto se sume al historial de "Aquel chico...", no al humano detrás de él.

No lo pongan en mi cuenta personal... me arruinan la vida.

19 julio 2009

Wear Sunscreen

Ladies and gentlemen of the class of '97.

Wear Sunscreen!

If I could offer you only one tip for the future, "sunscreen" would be it.

The long-term benefits of sunscreen have been proved by scientists,
whereas the rest of my advice has no basis more reliable than my own meandering experience.


I will dispense this advice NOW!

Enjoy the power and beauty of your youth.

Oh, never mind.

You will not understand the power and beauty of your youth until they've faded.

But trust me, in 20 years, you'll look back at photos of yourself and recall in a way you can't grasp now

how much possibility lay before you and how fabulous you really looked.

You are not as fat as you imagine.

Don't worry about the future.
Or worry, but know that worrying is as effective as trying to solve an algebra equation by chewing bubble gum.

The real troubles in your life are apt to be things that never crossed your worried mind,

The kind that blindside you at 4 pm on some idle Tuesday.

Do one thing every day that scares you.

Sing

Don't be reckless with other people's hearts.
Don't put up with people who are reckless with yours.

Floss

Don't waste your time on jealousy.
Sometimes you're ahead, sometimes you're behind.

The race is long and, in the end, it's only with yourself.

Remember compliments you receive.

Forget the insults.

If you succeed in doing this, tell me how.

Keep your old love letters.

Throw away your old bank statements.

Stretch

Don't feel guilty if you don't know what you want to do with your life.
The most interesting people I know didn't know at 22 what they wanted to do with their lives.
Some of the most interesting 40-year-olds I know still don't.

Get plenty of calcium.

Be kind to your knees.

You'll miss them when they're gone.

Maybe you'll marry, maybe you won't.
Maybe you'll have children, maybe you won't.
Maybe you'll divorce at 40.

Maybe you'll dance the funky chicken on your 75th wedding anniversary.

Whatever you do, don't congratulate yourself too much,

or berate yourself either.

Your choices are half chance.

So are everybody else's.

Enjoy your body.
Use it every way you can.

Don't be afraid of it or of what other people think of it.

It's the greatest instrument you'll ever own.

Dance

Even if you have nowhere to do it but your living room.

Read the directions, even if you don't follow them.

Do not read beauty magazines.

They will only make you feel ugly.

"Brother and sister together we'll make it through,
Someday a spirit will take you and guide you there
I know that you're hurting but I've been waiting there for you
and I'll be there just helping you out
whenever I can..."


Get to know your parents.

You never know when they'll be gone for good.

Be nice to your siblings.

They're your best link to your past and the people most likely to stick with you in the future.

Understand that friends come and go,

but with a precious few you should hold on.

Work hard to bridge the gaps in geography and lifestyle, because the older you get,

the more you need the people who knew you when you were young.

Live in "New York City" once, but leave before it makes you hard.

Live in "Northern California" once, but leave before it makes you soft.

Travel

Accept certain inalienable truths:
Prices will rise.

Politicians will philander.

You, too, will get old.

And when you do, you'll fantasize that when you were young,

prices were reasonable, politicians were noble, and children respected their elders.

Respect your elders.

Don't expect anyone else to support you.

Maybe you have a trust fund.

Maybe you'll have a wealthy spouse.

But you never know when either one might run out.

Don't mess too much with your hair or by the time you're 40 it will look 85.

Be careful whose advice you buy,

but be patient with those who supply it.

Advice is a form of nostalgia.

Dispensing it is a way of fishing the past from the disposal,

wiping it off, painting over the ugly parts and recycling it for more than it's worth.

But trust me on the sunscreen.

"Brother and sister together we'll make it through,
Someday a spirit will take you and guide you there
I know that you're hurting but I've been waiting there for you
and I'll be there just helping you out
whenever I can..."


Everybody's Free, Everybody's Free

To Feel Good!

08 junio 2009

Escaleras

Aaaah!!. Aaaah!!. Se hunde una nuca en la almohada al mismo tiempo que le cambia el gesto. Suspira. Despierta, ya tristemente acostumbrado a estos amaneceres antes de la salida del astro rey, arquea la mano y repite el juego de adultos que decidió jugar desde niño. Repasa con las yemas ambos lados de la cara, como quien aprieta la mandíbula para sentir el hipnótico vaivén de la sien.

Estira el brazo para intentar alcanzar el reloj, reloj que nunca tuvo porque la idea del tiempo fue algo que hizo de actor secundario en los dos primeros actos de su vida, tormento y soledad. A mitad de camino, se olvida del objetivo principal y a tientas busca el pintalabios de ella. Resbala, le falla la muñeca, desespera, cae, llora.

Sangra y llora, casi a la vez...

Baja las escaleras medio vivo medio no. Dos cucuruchos de papel higiénico le inflan la nariz, como boxeador de tercer round. No sabe si sangra por el golpe de calor que le ha despertado el cuerpo o por el golpe contra el suelo que le ha despertado la mente. Él baja, sólo baja.

Pisa descalzo, el frío del mármol era casi lo único que lo unía a la tierra. Ve unas sombras de cuclillas que se fusionan en el ángulo muerto de la única luz que emitía el salón. Era rutina, no quería despertar a sus padres, ya muertos. Por fin llega a la cristalera de mamá, abre la puerta con sumo cuidado de no tener el valor suficiente para hacerlo y darse cuenta. Coge el costurero, limpia el costurero, abraza el costurero.

Sangra y llora, casi a la vez...

Da vueltas y piensa, tiene frío. Decide volver, asi que avanza desde el primer rellano. Él sube, sólo sube.
Una vez arriba, se sienta en el primer escalón. Orgulloso de su valentía, saca un pañuelo -usado- que encuentra dentro del costurero y con una media sonrisa describe esta situación. Lo deja a un lado. Revuelve dentro de los frascos llenos de recuerdos. Un botón de papá. Un carrete de hilo de mamá.

Instintivamente, ata el extremo del hilo al botón. Nudo doble. Y casi sin saber lo que está haciendo, deja rodar escaleras abajo el carrete de mamá.

Sangra y llora, casi a la vez...

"Son las 03:42 am y estoy escribiendo ésto porque algo me ha despertado. Ya estoy acostumbrado a estar desvelado antes del amanecer, pero eso no es lo importante ahora. Lo importante es saber qué es lo que me he encontrado. Un carrete vacío en el primer escalón de mi casa. El hilo al que está unido se pierde escaleras arriba y siempre le tuve miedo a lo desconocido - y a la oscuridad-. ¿Qué hago?".

Cambiamos el plano, la linealidad del relato, el final de la historia se difumina en todas las direcciones del espacio, porque cada escalón que sube él (yo) es un nivel en su (mi) subconsciente que debeis subir vosotros.

Piano de fondo.
- ¿Eres tú, inspiración?
Por supuesto que no, iluso.

Sube un escalón.

Su pintalabios de fondo.
- ¿Eres tú, amor?
Por supuesto que no, idiota.

Sube un escalón.

Su bandera de fondo.
- ¿Eres tú, orgullo?
Por supuesto que no, traidor.

Sube un escalón.

Tú de fondo.
- ¿Eres tú?
Por supuesto que...

15 abril 2009

La juventud es una enfermedad que se cura con el tiempo

Elapsed time: 2 years, 7 months, 15 days, 22 hours, 3 minutes and some seconds...

Después de ese tiempo en mi nick del messenger (índice superficial de mi estado anímico), y después de pensarlo varias veces, llegó la hora de borrar y empezar con alguna otra obsesión.

[Aquí hago una autorreferencia al título del post]

Dejo mi pequeño homenaje:

"// SCFY // - Quiero pedir por todos los que se fueron sin irse... [[ Caelum mihi lex ]] "

15 marzo 2009

Are we guilty or are we victims?

- Meet Thomas. 19 years old. Fed up with life and the way things are going, he decides to rob a liquor store but on his way in, he has a sudden change of heart and suddenly his concience comes into play:

"Don't you see this is like build sand castles below the rain?. Those you know will disappear once and again.

Whatever. Please, don't get tired of swimming heading my coast...

The situation is cold as a funeral without people, as a life without witnesses. Things were done by chance long time ago, but now we have realized about each other's pride.

This link must change before we sink, i prefer to come back through the same paths that took us to this point.

It's just a game, a game without instructions. Something everybody know how to play it though we don't.

I'm (still) confused. To fight or not to fight: that is the question.

Let the time take its time, and let me think for a while if we are guilty or if we are victims...

...'cause, are we victims???."

04 febrero 2009

Con sólo mirarte

Sí, con tu pelo oscuro...

Si
...hasta el corazón más triste curo.

Sí, con tus aromas corporales...
tan
...visito paraísos terrenales.

Sí, con tu boca sonriente...
sólo
...consigo la paz en medio oriente.

Sí, con tus manos cálidas...
pudieras
...tejo todas las crisálidas.

Sí, con tu lengua traviesa...
captar
...mi mente sale ilesa.

Sí, con tus ojos soñadores...
mis
...transformo la fe de creadores.

Sí, con tu cuello de caricia grácil...
indirectas
...me sale la rima fácil.

Sí, con tus labios ocres...
detrás
...no existen los besos mediocres.

Sí, con tu andar como de despedida...
de
...doy todas las batallas por perdidas.

Sí, con tus extraños silencios...
esta
...alimento mi actitud de necios.

Sí, con tu idea de la vida...
tramoya
...lo nuestro acaba de empezar en un viaje de ida.

26 enero 2009

El abuelo

-Aún recuerdo aquella tarde de escalada...

Después de una copiosa comida en el campamento base, partimos hacia la mayor aventura que jamás nos propusimos, escalar hasta la cima.
Jóvenes, vigorosos, llenos de motivación y cuatro mil metros de ambición por delante. Pensé en todo lo que iba dejando atrás (-debajo-) a medida que clavaba mis crampones en el hielo. Nos creímos capaz de todo. Ascendimos muchos metros en poco tiempo, pero éramos concientes de que no todo sería tan fácil..."

[...]

- Daniel, ve a ver qué le pasa al abuelo. Está llorando otra vez.
- Abuelo ?? Estás bien ??.
- No todo sería tan fácil...(se repetía tantas veces como la escasa respiración que le quedaba, le permitía) por qué me hice el valiente ??.
- Nada, mamá. Dice tonterías sin sentido, como siempre.
- No digas eso del abuelo, sabes que está enfermo.
- Ya, pero es que siempre llora por la famosa tarde de escalada esa.
- Nunca llegamos a saber qué pasó, pero según los médicos es probable que sólo sea un delirio a causa de la fuerte medicación. Mejor no preguntes.


El abuelo seguía llorando postrado en su silla, sin consuelo, mirando por el ventanuco de un séptimo piso apenas con luz. Minutos más tarde se quedaba dormido, cesan los llantos y las alucinaciones.

Esa misma noche, Daniel, desvelado, pensaba las palabras de su madre. Quería acabar con aquello de una vez y tuvo la facilidad de un imberbe para meterse donde no le llaman. Para creerse la solución de algo que llevaba tres generaciones sin resolverse.

- Daniel, haces algo hoy ??.
- No, mamá, si quieres me quedo cuidando al abuelo.
- Uy !! Qué te ha pasado !!?? Nunca te he visto así, tan predispuesto para ayudarme...
- Ya... jeje. (Sonreía evitando la mirada atenta de su madre).
- Acaso tienes una nueva amiguita que no conozca ??.
- No es eso mamá. Déjame en paz, que para una vez que te ayudo, no lo estropees... (empujando a su madre hacia la puerta).
- De acuerdo. Puessss me voy a trabajar. Llego a la hora de siempre. Si le pasa algo al abuelo, llámame.
La puerta se cerró al mismo tiempo que el viejo se giró mirando al crío. Esa mirada muda de no creerle capaz de hacer algo. Daniel, se alejaba por el pasillo, hacia la cocina.

Mientras se apagaban los pasos escaleras abajo, se oye desde el fondo la última indicación de su madre.
- Acuérdate de darle la cantidad justa de pastillas, sabes que sino se pone agresivo.

El chico no alcanzó a oirlo, aunque no hubiese acatado esa orden de todas formas.
- Abuelo, por qué tienes esa cara de miedo ??. Soy Daniel...
Dijo el nieto mientras estiraba el brazo para ofrecerle las pastillas del mediodía.
- Mamá me ha dicho que hoy son seis en vez de tres. (Mintió descaradamente, cuando el abuelo sí había oído a su hija).
El abuelo negaba en silencio, aterrado.

Finalmente se las hizo tragar a la fuerza.

- Abu, mírame. Cuéntame la historia de la escalada.
Comenzaron los delirios agudizados por la sobredosis. El jóven seguía creyendo que su plan triunfaría, sin embargo se palpaba la tragedia.
Ellos dos sólos, sentados cara a cara, en aquel habitáculo.

- Ahora no hablas, eh ??.
- No todo sería tan fácil...
-
Sí, y ahora dirás que por qué te hiciste el valiente... pero cuéntame el resto.
- Descolgados a tres mil ochocientos cincuenta y seis metros por encima del nivel del mar, soporté todo su peso en mi brazo. Por qué me hice el valiente ??.
- Síííí, abuelo, sí. Que eso ya lo sé, pero continúa de una vez...
El pobre anciano dopado, perdió la mirada otra vez mientras narraba casi en trance.
- Una mala postura hizo que quedásemos colgados a merced de una simple cuerda. Yo, por encima de ella, intentaba pensar más rápido que el miedo y busqué alternativas. En vano.

[...] Después de una larga pausa, continuó.

- Ella, por falta de experiencia, cortó sin querer la soga que nos sujetaba a los dos. Un golpe seco de piolet. Tuve la habilidad suficiente para que antes de que se precipitase al vacío, coger su soga y rodearme el brazo con ella.
- ...
- Veinticuatro minutos aguanté sus sesenta y tres kilos de peso en mi brazo, oyendo el eco de sus gritos de desesperación...
- Otra vez no, Claudio. Deje de llorar ya, sea un hombre y cuente el final de la historia (dijo con frialdad el nieto, sabiendo que su madre no tardaría en llegar).
- Ves estas cicatrices, hijo ??
(Entre balbuceos sentenció el anciano, remangándose el brazo derecho). La cuerda me desgarró la carne produciéndome quemaduras. Es el precio de la imprudencia, del orgullo y de creerme capaz de todo.
-
Descansa abuelo, la medicación hace estragos en ti. Deja de inventarte historias.

El viejo volvió en sí, enfurecido por aquellas palabras. Cogió con gran fuerza a Daniel por el cuello.
- No eras tú quién quería escuchar la historia ??. Todavía te queda la mejor parte...
(los gritos escupían la cara de Daniel, atemorizado, sin el control de la situación).
-
Esto no me gusta, Claudio.
El chico miraba perplejo el brazo de su abuelo.
- Sí, has acertado. Se me resbaló y cayó al vacío. Yo gritaba de ira, pero no sirvió de nada. Tampoco llegué a escuchar el ruido del golpe de su cuerpo contra las rocas del fondo. Sabes qué hice, Daniel ??. SABES QUÉ HICE ???
(seguía gritando mientras apretaba con más fuerza el cuello de su presa).
- Socorroooo !!! Socorroooo !!! (Gritaba el pobre Daniel invadido por el mal suceder de los acontecimientos, ya sin importarle la historia).
- Miré hacia abajo, con la esperanza de verla viva por última vez. Con la puta esperanza de verla viva. Y sabes lo que vi ??...

Daniel en un despiste del anciano, se zafó de sus manos y huyó escaleras abajo llorando a más no poder. Se escondió en casa de un amigo, agitado y queriendo olvidar todo aquello.

[...]

Se ve a la madre y al hijo, abrazados en plena calle mirando hacia arriba. La madre le pide explicaciones, el hijo no podía hacer otra cosa que llorar.


Ella no entendía, no entendía cómo pudo llegar a la situación de volver del trabajo y ver a su padre colgado de un séptimo piso con una soga de escalar al cuello. Peso plomo.
Él, traumado e inyectado de madurez, entendió qué fue lo que su abuelo vió al bajar la vista.

Ella creyó (-o quería creer-) que fue todo un accidente en el que Daniel se vió involucrado y no tenía nada que ver.

Él nunca más preguntó por aquella historia... nunca.

09 enero 2009

"Cama, sangre, olvido..."

Y cuando uno ama en la distancia, ama en la cama.

Bebe del manantial de los recuerdos que caen en forma de sudor por un mal despertar.
Sospecha un grito ahogado en la oscuridad de su habitación,
intuye unas manos de sicario rodeándole el cuello.

Finalmente cede a la presión de la necesidad. Cae en el sueño profundo, abrazado al retrato que pone nombre propio a la lejanía recurrente.

Y cuando uno ama en la distancia, ama en la cama.

¡¡Muere!!, muere de una maldita vez en los tentáculos de Morpheo, y a cada instante genera impulsos de olvido sobre el blanco infinito de sábanas perdidas.

Blanco de nieve, copos que se funden al contacto del cristal. Afuera, la ventisca arrincona a las ramas desnudas.

Se vuelve a desvelar repentinamente. Un ruido de cristales rotos, el motivo.
No entiende, mira alrededor pero no ve el origen del estruendo.

Y cuando uno ama en la distancia, ama en la cama.

Rendido ya de cansancio y aturdido, se tiende como las plumas que esperan a que alguien se las lleve. Siente su presencia, pero desconfía de sus delirios provocados por el insomnio.

Él no sabe nada, nunca lo sabrá.

Una ráfaga de viento se cuela cada noche en su intimidad, llena su mirada de sombras. La parte derecha de la cama, donde ella solía dormir, impoluta y sin desordenar, acoge el frío de la ausencia.

Y cuando uno ama en la distancia, ama en la cama.

Pasan las horas igual que pasan las cosas que no tienen sentido.

Despierta.

Una mala noche, pero no hay tiempo de mirar atrás. Empieza el día con el pie derecho, pie que le sangra. El marco roto reposa sobre el suelo, indiferente. Los cristales se esparcen de forma arbitraria, algunos afortunados sienten el calor de la piel cortada.

Las perlas rojas caen con frecuencia, manchando un vacío en la moqueta. Se oyen alaridos quebrados. No sé si por el dolor de las heridas o por perder la foto.

Y cuando uno ama en la distancia, ama en la cama.

La foto de su retrato ya no estaba allí. Ya sólo quedaban regueros de sangre seca. Ese fue el día que supe que me olvidé de ella. Ya no existe. Porque en la vida hay personas que olvidan y olvidados.

Me duele más, muchísimo más, pertenecer al segundo grupo, que todos los cristales que me clavé aquella mañana intentando buscarte...

11 noviembre 2008

Discurso frívolo

Me levanto un lunes cualquiera y emprendo mi marcha hacia la parada del autobús. Son las 6:35 am y el gélido frío recorre mi cabeza empapada, recién salida de la ducha. Cansado por la falta de costumbre, voy dormitando por el camino que recorro de memoria. Bajo por mi calle, veo entreabierta la puerta del garage de mis vecinos. Al ver una silueta en la oscuridad, suelto, sin más, un burocrático "buenos días" que se ve correspondido. No pensé en nada más...

Marcan las 13 horas. Descansando de una clase aburrida (lunes) salgo al pasillo. Vibra el móvil en mi bolsillo y con la ilusión de una llamada a horas inesperadas atiendo:
- Sí ??
- Tom, no te preocupes, pero Julio murió anoche...

...


Hoy, hoy.... hoy. Hoy, le he deseado los buenos días a una persona que no los tenía, que tenía los malos días, los peores días. Aunque no por ello, he dejado de recibir una respuesta amable. La gente (la gente buena) nunca deja de sorprenderme.

Alguien lo ha querido así. Nos vamos despidiendo día a día, con la irrelevancia que le otorga la rutina; hasta que una fría mañana (siempre es una fría mañana) ya no puedes decir el último adiós. En el momento que yo saludaba, mi pobre vecina ya sabía la peor de las noticias, su marido acababa de morir, horas antes... su hijo también, años antes...

Contadas veces he cumplido una promesa... pero, ¿¿ qué más da ??. Eran tan ridículas e insignificantes que casi mejor que las haya incumplido, no tengo ningún remordimiento por ello. Sin embargo esta en concreto era una de las que me comía por dentro. Como ya escribí en su día, le prometí a un gran amigo mío ir a visitar su tumba, y cada pasito de madurez que daba a tientas servía para ir reuniendo el valor para hacerlo.

Esta mañana de martes la he cumplido, me siento tan alegre por dentro de haber sido capaz, me siento tan profundamente satisfecho con una promesa cumplida (una de las importantes) que me ha subido el autoestima. Espero que te hayas alegrado de vernos a todos reunidos alrededor de tu lápida, a mí incluído. Aunque las razones fueran diferentes...

Enterrar a un padre al lado de su hijo, será una de las imágenes que espero no volver a ver en mi vida. La sensación que he tenido esta mañana, la sensación de ver como una familia se ha reducido a la mitad en tan sólo 3 años, la sensación de tener que elegir: empeñarse en vivir o empeñarse en morir.

Volví a verte Javi, ahora tienes a tu padre a tu lado y sólo me alegra la idea de que no será tan iterativa la soledad.

Una vez más, me pongo de luto.
Julio, descansa con tu hijo.
Javi, descansa con tu padre.

Y allí todos reunidos y cabizbajos, escuchábamos el discurso frívolo de un sacerdote que pretendía darle sentido a todo esto.

Los más sumisos se conformaban, yo no... ¿qué más eres capaz de hacer?.

26 octubre 2008

I wonder why


26 - Oct - 2008

"Querido diario:

Hoy, domingo, día del señor, necesito confesarme. Junto las manos y recito con murmuros el Confiteor. He pecado (-¿¿he pecado ??-) y tengo la profundísima necesidad de que se me atribuyan ciertas acciones.

Me planteo lo inplanteable, me exijo metas inalcanzables, digo oceanos y hago lagos, me defraudo a mí mismo. Mi autoestima se vuela con los vientos otoñales, y así como si de un círculo vicioso se tratase, hago de mi existencia la no esencia. Desarrollo el "drama" de mi vida (inexsistente). Hablando en honor a la metáfora: veo sombras en los días de sol.

Necesito de alguien, alguien que me recuerde cada mañana lo increíble que es mi vida, lo afortunado que soy y sobretodo mi poca capacidad de disfrute. A ese alguien creo haberlo cruzado un par de veces, pero como llegaron, se fueron; tan rápido que no hay tiempo para despedidas ni para razonamientos lógicos. Mea culpa. A mi falta de tacto me encomiendo y a mi falta de humanidad también, a mi irrenunciable orgullo que me está hundiendo y a mi álter ego que es una mala persona.

Hace unas semanas tuve el pálpito de creerme otro, de haber vuelto a mirarme cara a cara con una de esas personas. Llevo unos días excitado, como cuando estas enamorado (supuestamente); pienso en ella, la busco, la espero, la encuentro, la quiero. Nos estamos conociendo, es más de lo que nunca esperé, ahora comienzo una nueva vida..."


- ÚLTIMAS NOTICIAS: Hoy, lunes 27 de octubre los periódicos visten sus portadas de riguroso luto, una macabra historia ha conmocionado a personas de todo el país. Todavía no encuentran explicaciones a lo ocurrido, se está investigando pero aún así El mundo, El país, El ABC, La razón, 20 minutos, La vanguardia y un largo etcétera se han visto saturados con las miles de cartas de lectores cuyos mensajes monotemáticos se reducen al siguente: "I wonder why..."

El Mundo publica en portada las fotos de los hechos -se observa una habitación lúgubre con luz indirecta, en primer plano un escritorio con un reguero de sangre. La cabeza del jóven con la mirada perdida sobre el escritorio nadando sobre rojo, la pistola en el suelo. - Debajo de la cabeza y bajo un intenso foco de luz encontraron el diario, manchado pero legible. Junto a él, unos auriculares que no dejaban de repetir la misma canción: Don't let me down de The Beatles.

Nadie entiende nada...

09 octubre 2008

Abre los ojos, cierra la...

Ayyy... mamá !! Ayyy... papá !! Cuánta razón tenían cuando me decían: "tiempo al tiempo". Era una sensación de impotencia, de rabia, de sentirse inservible. Pero que razón tenían, repito.
¿Han oído alguna vez la omnipresente frase: "cuando seas mayor ya lo entenderás, hijo"?.


Que necio y ciego era... que joven e inocente [ daría el más preciado de los tesoros por volver a serlo ]. Al alba, contra la pared de las fotos que invocan mi irónica inocencia, se oyen los gemidos de todas las caras impresas sobre papel, siendo acribilladas por los haces de intesa luz que se cuelan por la persiana agujereada. Después de un suave pestañeo, cierro con fuerza los ojos incluso llegando a ponerme la mano en la cara, como un acto reflejo.

Por primera vez en mi vida (espero que no sea la última), he abierto los ojos... aunque hay demasiada luz para mi retina. Intangiblemente, me acostumbro a la luz de la verdad poco a poco, con los ojos entreabiertos. El tiempo pasa, los años suman, la madurez hace alarde de su verbo; y yo despierto. Ahora, mamá... ahora llegó mi momento. Ahora, papá... ahora es cuando ya lo entiendo. Ahora [casi exclusivamente] veo la otra cara de las cosas, la cara más cruel que evitabais por salvaguardar mi incipiente moral quinceañera. Ahora el cemento de mis opiniones va fraguando, ya dejó de ser líquido y cambiante.. ahora va siendo rígido y homogéneo.

Y aun así, mi torre se tambalea, y se derrumbaría si no fuese por los dos pilares que la crearon. Magníficos arquitectos de mi conciencia, magníficos programadores de mi conocimiento, magníficos jardineros de mi cultura, magníficos bomberos de mi desesperación, magníficos dioses de su creación.


Mamá, Papá... Papá, Mamá... si estoy aquí es por vosotros, incluso el día que no esté aquí también será por vosotros.

Es la 1:08 am del 09 de octubre de 2008.

Ya me habeis abierto los ojos, ahora cerradme la boca...

01 marzo 2008

Léelo hasta morir

Pido perdón por ir en contra de mis principios, fui el primero en decir que no me gustaba que la gente escribiése versos que no fueran propios, pero tengo una necesidad vital de tomarme esta excepción.

Estos versos, viejos conocidos para la mayoría, son los versos que han descrito mi estado anímico de los últimos 10 años, y especialmente ahora necesito de ellos, necesito de lo profundo de cada palabra, de la sensación de millones de pelos de punta, de la cantidad de vasos que llené y sigo llenando con las lágrimas derramadas sobre este papel. Va por ti, va por él, va por mi...



"Este adiós no maquilla un hasta luego,
este nunca no esconde un ojalá,
estas cenizas no juegan con fuego,
este ciego no mira para atrás.

Este notario firma lo que escribo,
esta letra no la protestaré,
ahórrate el acuse de recibo,
estas vísperas son las de después.

A este ruido tan huérfano de padre
no voy a permitirle que taladre
un corazón podrido de latir.

Este pez ya no muere por tu boca,
este loco se va con otra loca,
estos ojos no lloran más por ti."





Agacho la cabeza, cierro los ojos, aprieto las mandíbulas, lloro, suspiro, grito, aprieto los puños, flojeo, caigo, muero...

06 febrero 2008

Finales abiertos para mentes cerradas

Intenté girar el sentido de mis palabras para convertir este dilema en una historia en la que ustedes pudiesen elegir su propio final (de ahí su título) para yo poder sacar conclusiones; sin embargo es algo complejo, debido a mi falta de tiempo y a la lógica que ello requiere.

Me han cazado con la lección no aprendida, y ahora estoy perdido. Pasa el tiempo, más rápido que nunca y yo trato de calmarlo, hacerle entender que quiero vivir esta etapa de la vida para después guardarla en frascos y vivir de la miel de sus recuerdos:

Junio 2008, tengo que decidir cuál va a ser mi futuro profesional y ¿por qué no?, mi futuro como persona. Por suerte, tengo la disponibilidad económica de irme a estudiar fuera, al país con el cuál siempre he soñado, barras y estrellas. Sin embargo, ahora que se ha planteado seriamente la oportunidad (ya no como un sueño de esos que sabes que nunca se van a cumplir) me ha cambiado la cara de felicidad y el miedo se divierte conmigo. Tantas cosas en las que pensar que un par de noches desvelado no han sido suficientes.

Pienso: -"mmm, el mejor país para estudiar ingeniería informática, lo que siempre he querido ser, aunque mis padres no estén de acuerdo ("es una carrera complicada", "hay que estar actualizado continuamente", "la vida de un programador es solitaria", "dependes de una maquinita", "haces miles y miles de cosas que al final no son reconocidas", "es una carrera devaluada"....), y me veo allí dentro de 5 años, con mi carrera acabada, siendo bilingüe y siendo ya una persona completamente independiente y autosuficiente, teniendo mundo y un sueño cumplido."- mi cara brilla de esperanza y convicción, pero siempre hay un pero cuando pienso: -"por otra parte, es irme a un país extranjero, con un idioma que a pesar de tenerlo bastante dominado nunca va a ser como un país de mi habla, a estudiar una carrera que ya de por sí es algo nuevo para mí, en otro idioma, con otra gente, sin nadie que al sacar un 3 me pegue un par de gritos pidiéndome que me ponga las pilas, ni nadie que cuando saque un 8 me diga: "sigue así..."; y ahora me lleno de dudas, si tengo dudas es porque no era realmente mi sueño... ¿pienso sacrificar toda mi vida familiar por una carrera que incluso puede que no sea capaz de afrontarla? , ¿como no voy a ser capaz de afrontarla?, hay gente que se ha lanzado a la aventura con menos que yo, y sin embargo ha salido adelante... claro que puedo !!"-

De esa forma se produce un bucle del que no puedo salir, veo los pros y las contras, veo lo bueno y lo malo, sin embargo no veo cuál de las dos inclina la balanza... ¿Me voy?, ¿Me quedo?, ¿Estudio ingeniería informática?, si me quedo ¿Habré desperdiciado una oportunidad de oro?, si me voy ¿Por qué intenté una cosa que siempre me quedó grande y no puedo afrontar?...

¿Sí? ¿No?. Ustedes, querido jurado, deciden...

24 diciembre 2007

Feliz... y Próspero...

Señoras y señores, saquemos pañuelos blancos y agitémoslos al son de nuestros sollozos. Estamos en el andén del calendario. Se nos va un año y tocan las molestas despedidas, tales como: beber creyendo que nuestro hígado es el filtro del secarropa (lo limpiamos cada dos días y como nuevo), comer dulces como si la celulitis estuviera de moda, y saludar a viejos amigos y parientes lejanos como si realmente los extrañáramos. Todo porque estamos esperando al acontecimiento más importante; mejor dicho, llega aquello que llevamos esperando un año… el 2008. Y como año tras año, a principios de Diciembre nos compramos el pack de alegría navideña, que dentro de poco vendrá con el nuevo Nokia Vodafone Limited Edition (Pu púm, es tu momento…). No sé muy bien por qué pero todos esperan con ilusión el nuevo año, como si cuando el reloj marcara las 00:01 del 1 de Enero el mundo cambiara y se volviera un paraíso terrenal. Sinceramente no entiendo estas épocas, aunque soy uno más de este empalagoso sentimiento social.

El 2007 era un año que prometía mucho, se fue de bocas como todos y ahí está, agonizando con sus más y sus menos. Empezó malito el pobre, un mal comienzo; después fue tomando fuerza hasta que llegó a ser uno de esos años para recordar, pero en estos últimos días se ha pinchado. Aún así, un gran año, con sus 365 días y sus 12 meses.

No, no hagáis como si el 2007 os importara, ya solo sabéis hablar de las típicas promesas para el 2008, que si las comparas con las que hicimos en el 98 solo cambia el papel en las que están escritas. Conclusión, por qué nos hace tanta ilusión este momento, que al fin y al cabo, es una vez por año !!!???... la gente tendría que esperar con más ilusión las Paraolimpíadas que son cada cuatro, o incluso el cambio de gobierno en Cuba a plazo indefinido. Pero no; seguimos cada año perdiendo los nervios porque se acercan las fechas dulzonas. Admiro a aquellos que siguen creyendo que el 1 de Enero existe la magia y el resto del año son unos escépticos.

Después de escribir mi carta a los reyes, le mandé una carta al gobierno que para el caso es lo mismo. Les propuse un país multi-navideño, es decir, crear a lo largo de un año, varias navidades, y así la gente dejaría de estar tan estresada y tan pesimista; incluso podrían ir parte de las ganancias del monopolio de El Corte Inglés a las arcas del Estado. Que gran idea, aunque se me truncó cuando recibí la contestación que decía: “Querido ciudadano del territorio español, igual que te rompieron el corazón cuando te dijeron que los reyes no existen (todos menos uno), le rompimos el corazón a tu papá cuando le dijimos que el Estado existe, y por tanto los impuestos. ¿Quieres más solidaridad que la de compartir penas con un padre?... Sé bueno, y estas navidades pídele poco a los reyes y menos al Gobierno”.

Aún así, seguid siendo felices que aunque tengamos un país mono-navideño siempre nos quedará la ilusión de que el próximo año todo será mejor.


Feliz Navidad, y que el 2008 sea como el 2007 pero con Olimpíadas :D

08 diciembre 2007

Dos años


Hoy, 8 de Diciembre de 2007, no puedo sino detenerme unos minutos a escribir. Hoy voy a escribir mucho pero a decir poco. Son momentos en los que el silencio tiene un discurso mejor que el mío.

- Tengo mala memoria, no suelo recordar cumpleaños y estoy cansado de oír siempre el típico: -“¿no te olvidas de algo?”- (sonrisa)… Sin embargo, hay ciertos días que jamás olvidaré. Me olvido de la realidad, me olvido de mis sueños; pero no me olvido del olvido. Vivo del recuerdo que algunas personas necesitan borrar para vivir. Lo que a algunos mata, a mi me hace más fuerte. Me come por dentro para alimentarme por fuera.

Hace tiempo rezo a un Dios que no reza por mí. Tiempo, que al subir por mi calle siento como un escalofrío atrofia mi sentido de la amargura. Mi calle, ahora más larga que nunca, se hunde sobre la casa número 8. Jugaba en un equipo de basket, y tuve la gran suerte de llevar el número 8 a mi espalda. El número 8, lo veo en todas partes. Se esconde por miedo a que lo borre de mi lista de números favoritos, pero sigo buscándolo.

Un día, la brújula de Dios se desorientó, perdió el norte, giraba sin sentido. El 8 cambió de significado. El número 8 de la casa de mis vecinos, el 8 que sudaba cada domingo, el 8 feliz de mi vida. Una llamada, desconcierto… el eco de la voz entrecortada de mi madre y los sollozos posteriores, son algo que sentiré siempre que vea un 8. Cómo se puede llegar a destrozar una familia, cómo se puede llegar a sentir tanta frustración, cómo se puede uno ahogar por un nudo en la garganta, cómo se puede perder el sentido de la vida, cómo se puede repetir tantas veces la palabra injusticia… y otras miles y miles de preguntas que me hago al ver el horrible número 8.

Ahora sí, te pongo como la mano que escribe estas palabras. Te mereces la solemnidad que tu muerte no supo darte, te mereces la vida que perdiste, te mereces a ti mismo.

Javi, el día 8 de Diciembre de 2005 te fuiste. Dos años. Dos años larguísimos. Jamás pensé que sería tan duro escribirte. Te juro, que a día de hoy me sigo poniendo de vez en cuando la camiseta con el número 8 en la espalda. Siento tanto peso sobre mí, el peso del sufrimiento de los tuyos, el peso de tu vida. Ese maldito 8 me quema la espalda, pero al ver tu foto abrazado a mí que preside mi habitación; más que nunca quiero que arda esa camiseta en mi piel. El 8 de mi camiseta, el 8 de la casa de tus padres, Javi. Sé que me lees, tendrás internet donde quiera que estés, siempre te encantaron los ordenadores. Por eso hoy, en tu día, quería decirte lo mucho que te extrañamos… Mi hermano abre a menudo el cajón donde guarda toda tu ropa, y es sólo el olor de tus camisetas lo que hace que corra hacia mi cama a llorar tu ausencia. Veo a tu hermano todos los días, me sigo llevando tan bien como siempre con él, y no puedo remediar ver tu cara reflejada en sus pupilas melancólicas. No puedo seguir escribiendo hasta que seque las lágrimas que inundan el teclado sobre el que escribo. Me cuesta tanto escribirte esto, que muchas veces me planteo seguir escribiendo. Sin embargo, seguiré adelante, es lo mínimo que te mereces, aunque sé que no tengo el valor suficiente todavía de visitar tu tumba, te juro que lo haré.

Has unido a tu familia más que nunca, has hecho que cada vez que vea tu coche piense en ti, has hecho cosas que sólo tú puedes hacer. Quiero hablar también en nombre de mi hermano, seguramente sienta tu ausencia más que yo, y sólo de pensarlo me doy cuenta de lo fuerte que es. También de las heridas que tenemos en el labio al mordernos cuando esta puta vida no enseña su peor cara.

Javi, hoy es tu día, hoy te sentimos más cerca que nunca. Espero que el silencio diga todo lo que yo, mi familia, tu familia y todos los que te conocimos, no sabemos decir… Porque un 8 de Diciembre de 2005 supe lo que es querer a un amigo...



Descansa en paz con todos los que se fueron sin irse...

29 noviembre 2007

Ganas de olvidarte

Las despedidas siempre son pasajeras
y no por ello, marco la excepción
podría cantarte baladas o rancheras
pero prefiero musitar una oración.

Soy yo el que ahora te da las gracias
por las palabras llenas de orgullo y de falacias
por los meses que perdí a tu lado
creyendo que estaba libre cuando estaba encerrado.

Son estos versos los que componen mi oración
los mismos que sonaran en la fecha de mi defunción
ahora que la vida me sonríe, le veo los dientes
aunque muy desagradable, al menos no me miente.

Te veo y sé que siempre he querido acabar con esto
beberme el olvido hasta ahogarme en el regazo de mi madre
conseguí olvidarte a base de hacer lo que más detesto
lo bueno llegó sin ti, y hoy no hay perro que me ladre.

09 octubre 2007

Equilibrio

Qué complicado se me hace escribir últimamente. De una forma tan rara como sutil, me encuentro en un punto al que jamás había llegado, por lo menos, de forma consciente. Por primera vez en mi vida, puedo decir que estoy en una especie de equilibrio. Un equilibrio que llevo buscando años, fracasando de forma consecutiva, y de repente me lo he encontrado doblando la esquina. Estoy feliz, conforme con mi vida, alegre con lo que me rodea. Aunque, no nos equivoquemos, tengo lastres que tiren por los suelos este sentimiento, pero como dije con anterioridad, quién puede vivir sin sufrimiento ? Aún así, es mínimo. La parte positiva contrarresta de forma tan heterogénea la parte negativa de una visión total. Pocas veces vais a leerme un argumento optimista, alegre y agradecido; y es por eso por lo que se me rompen los esquemas con los que escribo. Estoy perdido en este texto, no me encuentro todavía, jamás pensé que llegaría a escribir estas palabras, pero me dejo llevar. Sabed perdonarme la falta de calidad del texto, es sencillo y cómodo, simplemente expreso mi sentimiento sin florituras ni adornos, no porque no quiera, sino porque no sé.

Aquellos que quieran leer al chico de siempre no os preocupéis, no será larga la espera, he aprendido a vivir de los fracasos, de las derrotas y de los abandonos. Sé que será efímera esta dulzura sentimental, sé que el precio de ser feliz es elevado, y todavía no he pagado por ello. Permitidme disfrutarlo mientras dure, y justificareis mi ausencia como autor del blog.

Bendito este equilibrio, bendito este don, bendito…

21 septiembre 2007

El hombre de Otoño

Miseria. Suspense. Debacle. Desdicha… Vuelan las hojas de la estación marchita a mi alrededor. Los niños ya sólo colorean con los lápices de color marrón y gris… Tiempos de frio se acercan sigilosamente para llevarse lo que llevan buscando hace ya muchos otoños. Yo, impregnado de irregularidad, estaba nervioso por el encuentro inminente; le espero sentado en el mismo lugar donde le he esperado año tras año. Los árboles que me rodean se rinden al azote del viento y dejan caer sus brazos, las nubes en la confusión del tumulto, bajan a ver qué sucede...

Un señor poco llamativo, aunque de aspecto dudoso, sale entre la bruma dejando de tras de él una estela pomposa de misterio. Me asusté, pero inmediatamente reconocí el perfil del sombrero que llevaba puesto, tan perfectamente calzado en su cabeza que parecía una prolongación de él mismo. Él, muy educado como siempre, me pide permiso y se sienta a mi lado después de recibir mi aceptación. Me ofrece un cigarrillo, el cuál rechazo –la conversación va para largo- mientras deja caer la mirada al suelo. Nos quedamos sentados en un silencio cómodo, signo de ser viejos conocidos, viendo siluetas perdidas en la inmensidad del suburbio. Sentía que la primera palabra iba a salir de su boca pero sale la mía al mismo tiempo, formado una única palabra al unísono. No entendemos ninguna de las dos, nos volvemos a enmudecer. El humo de su cigarro se pierde en el velo de inseguridad que me envuelve, se fusiona con las nubes que no me permiten ver la salida, la puerta de atrás.

Finalmente, apoya su mano sobre mi hombro y al oído me sentencia: “Lo siento, llegó la hora…”. Shock. Nudo en la garganta. Pulso enloquecido. Pupilas dilatadas. Una vez más, como si de un ciclo se tratara, oí el silencio que quise mantener mudo por mucho tiempo, el silencio interior que a gritos me decía el por qué de nuestro encuentro no casual. Pensé que era el fin, estaba en una situación de “stand by” por lo que el hombre del sombrero había pronunciado; por aquella frase que soltó pensando que ya la tenía asumida, que ya estaba concientizado de ello, que no había vuelta atrás… -“No me hagás esto, me lo llevás haciendo año tras año desde que tengo uso de razón… ¿por qué sos tan injusto? ¿Por qué siempre crees que llevás la verdad por delante, por qué sos tan orgulloso, arrogante e insolente; pero al mismo tiempo te aprecio tanto?”- Dije apresurado. Inmediatamente sueltó una carcajada con desparpajo. Movía los hombros al son de su risa, para hacerme entender el énfasis con el que suelta el alarido. Se quita el sombrero en señal de cansancio, y continuamos con nuestra conversación.

El diálogo sigue el curso de lo previsto, un monólogo dual de horas y horas que se consumen al ritmo de su cigarrillo. Todo llega a su fin y parecía que el encuentro también. Sin embargo, mi cuerpo, ya a la deriva por el oleaje de sus palabras, le increpó con esa fe estúpida que tenemos los seres humanos en las situaciones más críticas: “¿Algún día vas a volver?” – Cuestioné. La figura errante me contestó al mismo tiempo que se rascaba la barba de su sabiduría “Tiempo al tiempo joven aprendiz, no quieras aprender tan rápido. Que si estás sufriendo por hacer honor a mi nombre, sabés que acá sólo hay un culpable, y ése… sos vos”. Me di cuenta, al instante, de lo que me quiso decir. Sobraron las palabras…

-“Por lo menos dejáme algo, se que la culpa es mía pero yo también soy orgulloso y tentativo. Pinta un otoño muy crudo en el que va a reinar la soledad. Lo sé, he pasado antes por esto”- Supliqué. Se quedó recapacitando unos momentos la resolución de todo cuanto sucedió… y finalmente con voz ronca respondió: “Espero no volver a verte pronto, nos reunimos demasiado a menudo. Y lo peor de todo, es que esto no te beneficia, siempre acaba en tragedia”. Percibí un tacto a desconcierto en el aire húmedo. Me desorienté. Creí por un momento que estaba hablando con la persona equivocada, no entendía esa respuesta… ¿con quién estaba hablando? (Nadie me comentó que segundos más tarde entendería todo). Un olor a derrota, un olor a miedo, un olor a desencuentro se dejó sentir.

Finalmente, y sin preguntarme, se sacó la bufanda que llevaba puesta. Una bufanda del color del atardecer, de un color tan especial como elegante; con perfume a él, con su fragancia a seriedad, a respeto. Y en forma de despedida dijo: “Te dejo esta bufanda, prenda indispensable en mi vestuario. Cuidála. A su tiempo sabrás para qué te la di, no pretendas saberlo ahora; ahora simplemente utilizála como prenda para pasar este otoño cruel…” – Con cuidado, como si de algo místico se tratara, la tomé en mis manos mientras observaba como aquel hombre, después de volver a calzarse el sombrero, con buen porte y pasos silenciosos, se alejaba por el mismo camino por el que había venido a mi encuentro.

Casi ya perdido en el espesor de la niebla, me di cuenta de un detalle que captó toda mi atención. Salí rápidamente detrás del hombre, gritando como un loco para decirle que se le había caído una tarjeta. Ya hablando en soliloquio (no escuché más que la voz de mi eco en las fachadas de los edificios), me agaché y levanté del suelo la tarjeta personal que ya no tenía dueño. Sentí la curiosidad de un niño pequeño de saber qué era o a quién pertenecía. Ahí concebí todo, entendí sobresaltado con quién había estado hablando. Me equivoqué. Inquietado leí, minuciosamente escrito, en aquella tarjeta la palabra “Desamor".

Ahora, angustiado, comprendo todo. Ahora y más que nunca, entiendo la razón que tenían cada una de sus palabras, entiendo por qué su bufanda me abrigó durante todo aquel otoño, y también por qué sentía que la bufanda me apretaba tanto el cuello que me ahogaba, me hundía, me asfixiaba. Lo único que me sigue desconcertando de la bufanda, (esa pieza perdida que hay en todos los puzzles) de esa bufanda larga color fuego; es el olor a desamor, pero también a amor… olor a esperanza.

Mientras colocaba la bufanda alrededor de mi cuello, como hice durante largo tiempo, leí el anverso de la tarjeta, que apuntaba: “el tiempo pone a todos en su lugar”. Y mientras recapacitaba sobre esa máxima, empieza un otoño más, cruel y solitario como todos los anteriores; sin embargo, esta vez no… No, esta vez no. No te espero sentado en el mismo lugar de siempre. Hoy no me busques porque no me encontrarás.

20 septiembre 2007

Penas de Bandoneón

He de confesarlo, no resistí al llamar de la patria. Me pasé unos momentos medio infiltrado medio invitado por el vínculo que hay en nuestro blog al blog de “Encendida en Buenos Aires”. Me llamó tanto la atención el nombre que pensé, por qué no perder 5 minutos de mi vida, en ver un blog al que después le tendré que agradecer más de 5 minutos. Y una cosa llevó a la otra y aquí estoy (una de tantas), sentado delante de la pantalla, la cual parece que estos últimos días me entiende mejor que nunca. En el aire, música que derrocha calidad, “Pulso” de Bajo Fondo Tango Club, la misma que musita de fondo en el blog visitante.

Una amiga me propuso, ¿ por qué no escribes algo en argentino? Y al principio “no le di ni bola” pero después pensé en lo dulce y apasionante que podía ser la idea. Obviamente lo escrito pierde mucho, oralmente sería un gusto para todos aquellos que les gusta nuestro acento, más recalcado en mi caso, por tener un pasado porteño. Y así fue la sucesión de hechos, espero que les guste lo que sea que esté ensuciando estas páginas de internet.

[ Al mismo tiempo que mis pupilas, ya cansadas, se movían de izquierda a derecha empalagadas por el alto contenido emocional que tenían las palabras de aquel blog, mis oídos lloraban la pasión de un buen tango. Me trajo recuerdos de lo mejor y lo peor de mi patria, de mi país, todavía mi país. Vivo y no de otro modo agradezco el vivir en España, nuestra supuesta segunda patria, pero lo siento “gallegos” lo digo de alma, como el sentimiento Argentino pocos. Será por el orgullo, será por el ego, será…será, pero pintamos una bandera albiceleste con el azul del cielo y el blanco de las camisas de nuestro papás, los cuales un día fueron emigrantes. Calles empedradas por las que recorro durante mi paseo emocional, tantos dulces recuerdos, tantas ilusiones que se quedaron allá, tantos buenos amigos, tantos…. Aprovecho cada pequeño símbolo que hace referencia al mundo más allá del charco, para decirle a mi corazón: “ves, ves querido?!!, nunca dejés de mirar de donde viniste, porque sino, no sabrás nunca a dónde vas…” Y él baja la cabeza y me contesta resignado: “si estuvieras allá, no faltarían las noches sin las penas de bandoneón, las noches perdidas en las palabras del nuevo lunfardo, las noches en las que un buen paso de tango parte corazones, y el olor a despedida es irremediable…”.

Esos porteños, que soportan todo el peso de la historia, de una historia truncada, de fantasías de pendejos con mil sueños rotos, sueños que pasaron de llamarse Argentina a llamarse Europa. Sin embargo, es un estado de embriaguez hablar de “La Argentina”, y más concretamente de mi Buenos Aires querido… Del sentimiento de un buen pibe, al que nunca le importó la guita, el que siempre giraba las esquinas de una ciudad marchita por momentos, y sin embargo sonreía. Buenos Aires, una ciudad, la ciudad… esa ciudad que posee la cara feliz y la cara triste de un país en decadencia, el último resquicio de un alma que se pierde por sus calles, con el mejor tango de Caminito de fondo, o la cara de Gardel en San Telmo. No me quiero olvidar tampoco del olor ácido que me dejó la frustración de un pasado traicionero, un pasado que se repite en la historia de 38 millones de personas.

Vendería mi alma al diablo, y a precio muy barato, sólo porque personas como ustedes, entendiesen algún día el corazón desnudo de un argentino, vibración que a 14000 kilómetros no me impide y no me da pudor en defender a los míos siendo culpables de gran parte de nuestra crisis. Pero entiendan queridos lectores, que todo esto va más allá de una crisis económica, o de unos políticos corruptos; esto es mucho más que eso. Esto es… ser Argentino. ]

Y así acabó la noche, el diablo contento con mi alma, mientras toca el bandoneón perdido en algún rincón de mis recuerdos, las notas tristes caen al suelo, y yo las recojo una a una para componer mi pasado, mi historia en la patria que un día me lo dio todo y al siguiente me lo arrebató. No sólo se llevó mis pertenencias, también se llevó mi corazón, corazón más de allá que de acá, corazón Argentino.

Ahora te toca a vos, querido diablo, dame lo que aquel día me prometiste, hacéles entender lo que es un tango triste… muy triste.

17 septiembre 2007

Mi reloj de arena

No pude más...me derrumbé. Después de darle tantas vueltas al reloj de arena, se me resbaló cayéndose al suelo. Los segundos se hacian eternos, había retado al tiempo. Los mil y un granos de arena que han guiado mi existencia ahora estaba desparramados por el suelo de mi habitación. Desesperado por lo torpe que había sido por no cuidar lo que más quería, mi tiempo, me arrodiyé ante él y dejé caer la única lagrima que me quedaba después de sangrar por todas las heridas de mi pasado, el cuál intenté dejar atras con la ayuda del reloj.

En aquel pequeño momento al que llamamos segundo, en el que mi lágrima desafiaba la ley de la gravedad, miré al techo intentando ver más allá, anhelaba ver el cielo en el cuál se suponía que estaban reunidos todos los que se fueron sin irse para mí, el dios en el cuál no creo, y aquello que nunca nos llegaremos a explicar. Una vez más, y no por eso de una forma más austera, de la comisura de mis labios humedos por el paso de la lágrima insolente, salió tímido pero con voz profunda el por qué que andaba buscando en el reloj de arena, el por qué que estuvo oculto durante toda mi vida, el por qué que ahora habia perdido al desparramar el tiempo...

Fue de ese modo, que al cerrar mis ojos frustrados, sufrí un lapsus, dejó de tener sentido la vida, y le perdí el miedo a la muerte, por eso os escribo hoy desde aquí, la meta de cualquier suicida, la línea que separa llantos de risas, el principio de un fin trágico. Sin embargo, el destino no correspondido por mi persona, juega conmigo a los dados. Él fue el culpable de seguir dándome esta voluntad para escribir letra por letra, frase tras frase... él, y nadie más que él, hizo que al abrir mis pupilas para ver el suelo de mi habitación, viese la preciosa flor que había crecido en la arena. La flor del pasado, del presente y del futuro, la flor de la vida. Y tan es así, que hasta el día de hoy sigo regando con lágrimas esa flor, porque mi vida es alegrías y tristezas, blanco y negro... me sorprendo al ver que nunca se marchita, el tiempo no pasa para ella.

Quizá y sólo mis papeles escritos lo saben, no fue el destino el que pintó esta situación, sino fue el reloj de arena de aquel chico al que el orgullo le hundió y por su humildad resurgió, el reloj de arena que noche sí y noche también duerme a mi lado recordando el día que desafié al tiempo... pero quién sabe ??

15 septiembre 2007

El valor del Sufrimiento

¿ Por qué tememos al sufrimiento ? Es una buena pregunta, la gente se cree que la vida se basa, en minimizar y reducir al máximo los momentos de sufrimiento a lo largo de la vida, y no es acertado. La vida tiene momentos de alegrías y momentos de sufrimiento, y de esa lucha entre lo bueno y lo malo, entre lo alegre y lo triste, se basa el fundamento de nuestra vida. La vida sin sufrimiento no sería vida, la gente sin sufrimiento no serían seres humanos, el ser humano tiene que ser digno de ganarse su propio sufrimiento, es un trabajo vital, desde que nacemos hasta nuestro último adiós trabajamos en superar nuestro sufrimiento propio, nuestro calvario personal, que cada uno lleva a su medida.

A nosotros no nos ha tocado saber, nos ha tocado creer, y es en eso en lo que nos basamos cada uno desde su perspectiva sobre el fin del sufrimiento, en nuestras creencias, aunque no quita que aceptemos el sufrimiento como las mismas alegrías de la vida. Al ver llorar a alguien, normalmente lo captamos como un signo de debilidad, y no es para nada correcto, sino todo lo contrario, es un signo de valor, de coraje, de madurez personal, tan profundo que realmente nos damos cuenta, que lloramos para hacer frente al sufrimiento que tanto nos cuesta superar. Esas lágrimas que siempre quedan marcadas, son las lágrimas de la maduración, son las lágrimas con las que llenamos el vaso de valores personales, son las lágrimas con las que regamos la base de una moral firme cuya semilla plantaron nuestros padres en un pasado.

Quien diga que el sufrimiento es innecesario, no sabe lo que es llorar, y lo que es peor, quien diga que el sufrimiento es innecesario, no sabe lo que es la alegría, porque sin sufrimiento, no hay alegría verdadera...

13 septiembre 2007

Take it easy

Por eso, me aventuro a mi propio descubrimiento de Las Indias, mi horizonte, mi fin, mi objetivo, mi principio y mi fin... mi prosa. Para aquellos que no pasan por su mejor momento, y para aquellos amantes del melodrama, les dedico estos versos no escritos en verso, en prosa, sobre mi propio drama...

El problema siempre tiene solución, al final, ya resuelto, lo miras y dices claro, como me he podido agobiar por la búsqueda de una solución tan simple y sencilla como esta..." Pero realmente cuando estas dentro del problema, no te das cuenta, no aprecias la realidad, el ser humano no es para nada objetivo y nunca lo será, buscamos el bien propio a toda costa, y en su día nos saldrá caro. Sin embargo, cuando estamos en nuestra nube pomposa de problemas es como la vida, una cosa trae la otra y el problema llama al problema... y uno tras otro sin respiro, te agobias tanto por la presión ejercida por cada uno de ellos que no sabes qué pensar y cual resolver primero y finalmente no resuelves ninguno, pobre de nosotros. Luego vienen los amigos, que en mi caso sinceramente, sí me han llegado a ayudar para ver las cosas claras más de una vez, pero realmente los problemas problemas nunca los resuelven, lo tienen que vivir en su propia carne para dar una opinión válida, existen los apoyos, los ánimos; no sirve de nada, estas tan hundido... Por otra parte, no digo que lo dejéis de hacer, fuimos hechos para apoyarnos los unos a los otros y así debe ser... yo simplemente doy una ridícula y espesa, sin ser [por supuesto] nada objetiva, visión de la vida vivida ...en esos 194 meses vividos he viajado mucho [afortunadamente], me he peleado mucho, afortunadamente también, porque es casi lo que mas me ha enseñado después, claro está, de mis padres; también he amado y (supongo) que por alguna insignificante persona dentro de estas 6.000 millones de personas sobre la faz de la tierra, he sido amado. Todo esto solamente me lleva a pensar que he vivido, me queda mucho , pero las bases están colocadas, una educación, una enseñanza, una disciplina, regia y en su justa medida. ¿Pero merece la pena agobiarse en esta vida de apróximadamente de 1018 meses en los cuales ya he gastado parte de los mejores, esos 194 meses iniciales ? ¿ Lo merece ? Claro que NO, daros cuenta vosotros, sí vosotros que me acompañáis a lo largo de la vida: padres, hermanos, tíos, abuelos, primos, amigos... Daros cuenta, que estáis en frente de una persona muy sentimental, melancólica, romanticona, pensativa, dubitativa, espiritual y en sí mismo especial, el cual [he aquí presente] no quiere más agobios, soy el peor aliado de los problemas aunque a veces sea amigo del diablo, únicamente para protegerme de lo ridículo y humillado que a veces me siento...

Un hueco lleno de vacío

En tiempo de crisis a menudo me pregunto, ¿por qué en esta vida es todo tan injusto?. Parece que todo lo que me rodea es una fusta que me golpea y me marca a fuego la conciencia con sus hierros "tristeza" y "dolor". Dejando una huella inquebrantable en mí. Un buen amigo, cuya vida fue injustamente valorada y de tal modo arrancada, una tarde peculiar pero solemne me dijo: "un buen aprendiz, reconoce el error"; no pude sino agradecerle hasta el día señalado todo lo que me habían servido las seis palabras que su boca pronunció aquella tarde. Sabeis?. El órgano que me mantiene vivo, al mismo tiempo me mata, ese corazón que por un segundo fue mío siente tu ausencia. Por qué no vuelves? Quiero tener tu presencia que me infla el espíritu e imaginar la felicidad no sólo desde la razón sino también con tiempo y dedicación. Porque entre tú y yo había lazos muy estrechos. Esos lazos que semana tras semana volviamos a unir, ese lazo de amistad fue lo que me ahogó, lo que sentí en el cuello el día que dejaste de ser amigo para pasar a ser ejemplo de vida. No te preocupes, ese día aguanté todo el tiempo que pude las lágrimas que tanto merecías, pero ante mis ojos tu rostro sonreía y siempre me decías: "venga chaval, vive la vida !!".

11 septiembre 2007

Sangre de Pluma

Y una vez más, me dispuse a coger la pluma para dejar caer las gotas de tinta que pintan mi vida. Gotas de sufrimiento, dolor y angustia a las que me someto... gotas que retumban en el silecio de mudos; gotas que hacen de cada golpe o destello de luz, un mundo inigualable en el que todos quisiéramos vivir. Es ahí, donde en el eco del golpe de una gota de mi pluma al caer, se mezcla con una lágrima que se apuró a salir de mis ojos perdidos sobre el papel; borrando así, las líneas más bonitas que jamás recité... fue de aquel modo como me di cuenta, desperté y reaccioné ante el estímulo que me hacía sentir y palpitar una sención inconfundible. Aquel momento, en el que la aguja del reloj jugaba conmigo, fue el día que lloré pensando en ti, en ese paraíso idílico y extraterrenal en el que sueño con sólo ver una sonrisa que esboza tu boca. Me quedé en silencio y mientras mi pluma seguía sangrando, me acordé de esa amistad inconfundible y veraz que apoyas día a día más allá de cualquier tipo de interferencia u obstáculo... esa gota, aquella partícula de tinta que cayó desde mi pluma.... fue la gota, que puso punto y final a este poema. Sin ella, no acabarían estos versos, y sin ti, no tendría sentido escribir...

* Philosophia Perennis *

  • "Todas son mentiras, no mentiras mias, mentiras del arte que represento; porque todas las artes mienten. Yo no le creo jamás a los poetas, son tan mentirosos... Claro que me encanta que me mientan, lo hacen tan bellamente" (René Lavand)
  • "Soy Máximo Décimo Meridio,capitán del ejercito Phoenix, general de las tropas del norte, padre de un hijo asesinado, esposo de una mujer asesinada, y encontraré mi venganza en esta vida o en la otra" (Gladiator)
  • "La única misión del artista es convencer al mundo de la verdad de su propia mentira" (Pablo Picasso)
  • "Escúchame Truman... Ahí fuera no hay mas verdad que la que hay en el mundo que he creado para ti" (The Truman Show)
  • "No se trata de romper ventanas, ni farolas, ni de caras, mejor romper conciencias equivocadas" (Macaco)
  • "...y cuando vuele, dile a la luna que me escuche; contaré que sus consejos son el arma para que yo luche" (Nach)
  • "Buenos días... y por si no volvemos a vernos: benos días, buenas tardes y buenas noches" (The Truman Show)
  • "Siempre fiel a sus principios, pero nunca fiel a sus finales" ("Aquel chico...")
  • “No pienses que puedes, sabes que puedes.” (The Matrix)
  • "Pase lo que pase, no dejes de ser tú mismo." (Billy Elliot)
  • "No hay preguntas sin respuestas, sólo preguntas mal formuladas" (The Matrix)
  • "Los honestos son inadaptados sociales." (Les Luthiers)
  • "Elección. El problema es la elección" (The Matrix)
  • "Puede que yo no sea muy listo, pero si sé lo que es el amor." (Forrest Gump)
  • "Todo tiempo pasado fue anterior." (Les Luthiers)